viernes, 4 de marzo de 2016

Introduccion

La gastronomía de Francia está considerada como una de las más importantes del mundo y es uno de los principales distintivos del País. Su gran diversidad de productos en sus diferentes regiones, así como sus preparados y su delicadeza hacen de la gastronomía de Francia todo un icono con destacada reputación, que a la vez es importante referente en la gastronomía occidental, que han ido incorporando a sus bases conocimientos técnicos de la cocina francesa.
Cuando se habla de arte culinario sin lugar a dudas viene a nuestra mente Francia como país sinónimo de la gastronomía que va desde la más simple hasta la de mayor elaboración. País por excelencia donde muchos chef profesionales vienen a perfeccionar técnicas culinarias en general y de la repostería más fina y selecta en particular.
Entre las delicias de esta tradicional cocina se encuentran el famoso foie gras, los mariscos más variados, quesos excelentes como el roquefort y sus delicadas trufas.
La comida cotidiana es sin embargo simple, el conocido y delicioso croissant acompañado de una humeante taza de café recién preparado, la sopa de pescado, los estofados más variados y la sabrosa tarta de manzana, son sólo algunos ejemplos de la cocina cotidiana.
En esta página WEB podrás conseguir excelentes platos de la gastronomía francesa y sitios que puedes visitar para saborear sus ricos platos y vinos.

jueves, 3 de marzo de 2016

Platos Tipicos


La comida francesa es reconocida por su variedad y refinamiento, con lo que actualmente está considerada como una de la más importantes gastronomías del mundo. Sus principales productos son la mantequilla, los quesos, los tomates, las finas hierbas, las carnes de cerdo, las salchichas, etc. y, sobre todo, las hortalizas en general.

Platos principales:

Los platos más tradicionales de Francia suelen incluir queso entre sus ingredientes, debido a la gama de quesos con que cuenta la gastronomía francesa. El pan, la carne de pato o ganso y las cremas o purés suelen estar también presentes en las mesas de la mayoría de casas y restaurantes de Francia. A continuación enumeramos cuáles son los principales platos de este país.

Platos típicos:

  • Aligot
El aligot es una especialidad gastronómica original del macizo de Aubrac que se extendió por las regiones de Lemosín y Auvernia hasta que finalmente se conoce como un plato típico de Francia. Es una especie de puré de patatas muy espeso debido a que está mezclado con queso sin afinar, conocido como tomme fraîche.


Junto con el queso, la pasta de patatas se calienta a fuego suave y es muy importante removerla lentamente para obtener la textura que caracteriza a este plato. Además, de esta manera se consigue que el queso se derrita de manera uniforme, lo que hace que la textura final llegue a ser elástica. Finalmente, se le suele añadir mantequilla, ajo o incluso nata fresca.
Aligot

  • Quenelle

Se trata de un plato francés similar a las salchichas o las albóndigas por su aspecto. Se trata de una pasta de sémola de trigo que se mezcla con harina, huevos y leche para acompañarla finalmente con alguna carne de ave, ternera o pescado. Es una especialidad gastronómica típica de Lyon, donde se hicieron famosas las llamadas quenelles de brochet o quenelles de lucio.
Preparación de las quenelles francesas
Se les da forma de una manera un tanto peculiar, ya que para ello se emplean cucharas soperas o bien se hacen directamente a mano. Tradicionalmente, se cocinan “escaldándolas” en caldo de carne (bouillon) o pescado, a veces incluso de cangrejo.
Una vez hecho esto, se prepara una salsa blanca a base de bechamel, aunque también las hay con salsa de tomate y acompañadas de arroz. Las quenelles se guisan entonces junto con esta salsa, de manera que adquieren el aspecto que puede apreciarse en la imagen. Opcionalmente, se puede añadir un gratinado a base de queso o incluso hay quienes las fríen en aceite de oliva.
Quenelle
Este es sin duda un plato de lo más tradicional y popular, por lo que, como suele ocurrir con este tipo de comidas, la receta puede variar de una familia a otra. No obstante, el ingrediente fundamental son las alubias blancas, cocidas junto con trozos de carne y diferentes embutidos (costilla de cerdo, tocino, corteza de tocino, pato confitado, salchichas de Toulouse, etc.).
Preparar este plato no es una tarea rápida, ya que previamente deben ponerse a remojo las alubias ya sea el día anterior o, como mínimo, unas horas antes. Después, las alubias se cuecen a fuego lento junto con el resto de ingredientes, entre los que no suelen faltar tomates, cebollas, ajo, zanahorias y hierbas provenzales variadas. Además, la manera más tradicional de cocinarlo es en una cazuela de barro o cassole, de ahí su nombre.



  • Fondue de queso

La fondue de queso es una especie de crema que se puede tomar bien como acompañante de otros ingredientes o bien mojando trozos de pan en él. En realidad, es un plato originario de Suiza, concretamente de la frontera franco-suiza, alrededor de Jura y los Alpes.
Los quesos típicos que se suelen emplear para la preparación de la fondue son dos: por un lado, el queso gruyère y, por otro, el queso emmental. Éstos se aplican a partes iguales, de manera que el sabor resultante es una mezcla de ambos. No obstante, existen varias clases de fondue de queso según la región en la que se prepare. Así, otros tipos de queso empleados son: vacherin, sbrinz, gruyère de saboya, beaufort y comté.
La receta original es de queso, pero con los años han ido surgiendo multitud de variantes, entre ellas la de chocolate, que se toma como postre. La forma de tomarlo consiste en hundir un tenedor o un pincho pequeño dentro de la olla que contiene el queso derretido muy caliente.
Todos los comensales de la mesa van mojando en ella, por lo que la cazuela es común a todos los comensales. Este plato es altamente calorífico. Si quieres aprender a cocinar una verdadera fondue de queso, te recomendamos echar un vistazo al siguiente vídeo:




  • Ratatouille

Elaborado con diversas hortalizas, es un plato natural de Niza y la región de Provenza, al sureste de Francia. En realidad, es una comida vegetariana y el nombre se desprende del verbo touiller que significa remover. La idea de su elaboración es poner a freír en aceite de oliva cada uno de los vegetales, para luego cocinarlos todos juntos. Es un plato muy popular en toda la Europa mediterránea.
Para la elaboración de este popular plato francés, se realiza un guiso a base de ajo, pimientos, ajo, calabacín, cebollas y berenjenas, de los que se obtienen los diversos colores que caracterizan este rico plato, tal y como puede observarse en la imagen que se muestra más abajo. Por supuesto, no puede faltar el aceite de oliva. Finalmente, es decir, una vez cocinadas todas las hortalizas, se añaden especias variadas, entre ellas tomillo, laurel, albahaca y orégano.
Ratatouille

  • Coq au vin

El coq au vin, literalmente gallo al vino, es quizá el plato más famoso de la cocina occitana, el cual se ha nacionalizado como plato típico de Francia. En el sur de Francia, se utiliza carne de pato u oca, mientras que en el norte de Occitania pueden emplearse otros tipos de carnes tales como el buey.



Cuenta la leyenda que la receta original de este exquisito plato se debe a un chef de Julio César, el famoso emperador de la República romana. De acuerdo con la historia, este cocinero inventó este plato en su afán por concederle un homenaje a su emperador tras la conquista de la Galia. No obstante, muchas son las regiones de Francia que se disputan la invención de este plato, ya que en realidad su origen es incierto hasta la fecha.
Tal y como su propio nombre indica, para su preparación se debe añadir una generosa cantidad de vino, generalmente vino tinto, aunque en algunas variantes se emplea vino blanco. Además, es fundamental añadirle alguna hortaliza como la cebolla o el nabo para potenciar su sabor. En algunas zonas se le añaden también setas, habitualmente colmenillas (también llamadas cagarrias, morillas o múrgoles.
Colmenillas, cagarrias o múrgoles

  • Salade niçoise

Traducida al español como ensalada nizarda, se trata de un plato originario de la región de Niza, aunque hoy en día ha adquirido especial popularidad en la región Cote D’Azur. Llama la atención su aspecto por los colores vivos que se consiguen gracias a una variedad de ingredientes: tomates, huevos duros, judías, lechuga, patata cocida, pepinos, cebollas, atún, aceitunas negras, anchoas… Todo ello se adereza con la popular salsa vinagreta de Dijon.
La receta tradicional es la que se popularizó a partir de 1880 en la Región de Montpellier, según la cual esta salade debe prepararse en un plato llano, sobre el que se posa una “cama” de verduras variadas, entre las que se encuentran las mencionadas anteriormente. Cabe mencionar, no obstante, que la versión original de esta ensalada no incluía ni pimientos rojos ni cebolla ni patata, sino que se empleaban corazones de alcachofa en su lugar.
Salade Niçoise o ensalada nizarda







Historia

La historia de la cocina francesa comienza al final de la edad Media con un personaje que aparece como el primer chef: Guillaume Tirel o Taillevent.
Hasta entonces la cocina se transmite de maestro a aprendiz.
Taillevent será uno de los primeros en codificar su cocina en libros (no había imprenta). Se utiliza el servicio a la francesa, el cual consistía en poner a la mesa una multiplicidad de platos; los invitados comen lo que desean, sirviéndose ellos mismos.Una comida comprendía de 4-6 servicios.
Hasta el siglo XIV no se conoce el plato.
Para los alimentos líquidos se usaba la escudillas una para 2 personas.
Disponían de cuchillos y cucharas, en vez de tenedor usaban los dedos.
Ya que no había servilletas los manteles eran de caída larga y con el se limpiaban.
Los cuchillos eran dagas o puñales, es decir, simultáneamente armas y utensilios de mesa.
Los arquitectos del siglo XIII empezaron a instalar hornillas, fogones y mesas para decorar los platos antes de servirlos.
A partir del siglo XIV las salsas se empiezan a usar con abundancia en el arte de la cocina.
Se dirigían grandes brigadas como la de Taillevent. Debido a la arquitectura de las chimeneas tenias un numero de técnicas limitadas : asado, hervido, fritura, braseado,.
Tenían la practica de hervir la carne antes de asarla y la conservan hasta finales del siglo XVIII.
En la edad media las salsas tenían como base líquidos ácidos; vinagre, limón, naranja, grosella. Las salsas se ligaban con pan mojado y yemas. Eran entonces mezcla ácida y fuertemente especiada. La mostaza es una salsa de ésta época que ha sobrevivido.
El uso excesivo de especias
Para  1530 durante el renacimiento se publica una obra que trata de urbanidad, es decir la manera de comportamiento en sociedad, cuyo objetivo es distinguir “las capas superiores de las inferiores” de la sociedad..
Los utensilios de mesa se multiplican y dejan de compartirse.
La pastelería, conoce verdaderos progresos gracias al impulso de los artistas italianos que acompañan a Catalina de Médicis.
El tenedor llega desde Venecia con Catalina de Médicis.
El descubrimiento de América aporta desde la mitad del siglo XVI nuevos productos vegetales y animales: maíz, chocolate y pavo. Empiezan a importar un poco de café.
Siglo XVII nacimiento de la gran cocina.
En 1651 la Varenne publica “el cocinero Francés “que se considera como el primer libro de cocina francesa.
Las especias inundaron el mercado europeo debido al dominio de los mares y por esta razón su precio bajaba y se pusieron al alcance de cualquier mesa burguesa..
Los cocineros sustituyeron el consumo ostentoso de productos exóticos, por refinamientos técnicos.
Entonces, lo que permite la distinción entre nobles y burgueses no es la rareza de los productos, sino la complejidad de los métodos y las técnicas del cocinero.
La noción de salsa se amplia, se trata del calda de cocción de un guisado, más o menos enriquecido con especias y aromas, y ligado, ya sea con pan, harina, yemas o por simple reducción. Por lo que aparece una nueva técnica de ligazón: el roux.
Nace una moda de purés, mousses. Son considerados alimentos de mujeres coquetas (rechazo a la masticación).
El termino restaurant. Abarca una especie de caldo, llamado caldo restaurante porque se supone que restaura a quien lo bebe. La utilización de la palabra para designar un establecimiento se remonta alrededor de 1756.
Boulanger, abre en Poulies un cafetin donde se sirve restaurantes.
En 1674 un siciliano ; Francesco Capelli (Procopio) abrió el primer café de París con el nombre se Procope.
Para la Revolución Francesa los nuevos ricos que no conocer bien las reglas de la gastronomía aristócratas ni el buen uso de los manjares y los vinos, frecuentan los restaurantes.
Grimond de la Reuniere y Brillet-Savarin son los fundadores de la literatura golosa que responde a esa necesidad.
Siglo XIX: siglo de oro de la gastronomía francesa. “servicio a la rusa: platos servidos y decorados salen de cocina”.
Nace la carta: servicio plato por plato.
Antonin Carême complica las guarniciones por compensar la falta de diversidad en los servicios.
Aparecen nuevos modos de cocción. El braceado (técnica medieval) que comprende una Técnica mixta: primero una fase de dorado y luego de cocción en una salsa.
Carême es el primero en exponer la teoría del salteado (siglo XVIII-XIX): se convierten en intermediarios entre el hervido y el frito.
Siglo XIX aparecen mousses, pero solo como rellenos.
Siglo XIX los fogones evolucionan Eran de ladrillos con cavidades, ahora de hierro con chimeneas y horno integrado a funciona con carbón de leña o carbón de roca. Se disponía también de un asador y un grill.
Finales siglo XIX: nace turismo, nueva experiencia en restauración comercial; moda de estaciones termales balnearios, cruceros y baños de mar.






martes, 1 de marzo de 2016

Algo mas...



Cuando se habla de arte culinario sin lugar a dudas viene a nuestra mente Francia como país sinónimo de la gastronomía que va desde la más simple hasta la de mayor elaboración. País por excelencia donde muchos chef profesionales vienen a perfeccionar técnicas culinarias en general y de la repostería más fina y selecta en particular.



Los vinos y licores también se distinguen por su magnífico sabor, siendo los primeros considerados como los mejores del mundo.
Por otra parte, la gastronomía ocupa un lugar destacada en cada región de Francia, donde hallaremos platos típicos cada uno con su particularidad especial dependiendo de la zona.
La llegada del Renacimiento significó para Francia la aparición de nuevos ingredientes traídos de la mano de los descubrimientos de continentes lejanos que aportaron diferentes sabores, texturas y colores dando lugar a una transformación importante en la cultura francesa.
Posteriormente y con la llegada de la Revolución Francesa la gran cocina francesa, antes limitada a la corte y al rey, sale a la calle y se hace popular, con la aparición de gran cantidad de restaurantes abiertos por aquellos que eran cocineros de aristócratas y que se quedaron sin empleo por la fuga  que debieron emprender muchos de ellos con la llegada de Napoleón.
A través de los siglos esta cocina selecta fue evolucionando a través del agregado de alimentos típicos como las anchoas y las trufas.
Asimismo, como ingredientes clásicos de esta alta cocina se encuentra las patatas, puerros y nabos, entre las frutas su utilización tanto en platos salados,  haciendo un contraste perfecto,  como en los dulces por medio de tartas de todo tipo de frutas, siendo las más utilizadas las ciruelas, melocotones, uvas y peras
Un país que ofrece una diversidad de platos tanto de su cocina más tradicional como la del nuevo movimiento con una culinaria mucho más sencilla y natural.